“Vida Lotus” o el Estilo de Vida del Loto, es un sistema simple, poderoso y flexible de nueve partes para lograr el bienestar del cuerpo, la mente y el alma.
Para recordar fácilmente las nueve partes de este sistema, puedes imaginar una flor de loto de 8 pétalos con el amor en el centro.
Estos son los nueve elementos de Vida Lotus:
Amar es el punto central de Vida Lotus.
Amar es la esencia misma de tu ser y la razón de toda la creación. El amor es tu núcleo y el miedo es lo opuesto al amor. Así que definitivamente no tengas miedo de amar. Ámate a ti mismo. Ama a los demás. Ama al universo mismo. Ama el amor. Incluso puedes amar el miedo. Hagas lo que hagas, no temas al amor. Te sugiero que hagas tu mejor esfuerzo para amar a todas las personas, incluso a aquellas que te harían daño. Eso no significa que tengas que quererlas o que sus acciones te gusten. “Amar”, en esencia, significa desear el bienestar para el otro y la voluntad de ayudarlo a lograrlo. Cuando nuestros “enemigos” se curan, todos ganamos.
Los ocho pétalos de Vida Lotus:
1. Sé ondulable. Ya eras ondulable incluso antes de nacer. A medida que la ondulabilidad disminuye, también lo hace el bienestar. Haz todo lo que puedas para recuperar tu ondulabilidad… ¡Canta! ¡Baila! Practica moverte como el viento y como el agua. Tu cuerpo y tu mente son uno, así que mover tu cuerpo desbloquea tu mente. Los mejores ejercicios fomentan movimientos fluidos en todo tu cuerpo, como el yoga, las artes marciales y la natación. En resumen, elige los ejercicios que te ayuden a estar ondulable y mantenerte ondulable.
2. Respira profunda y lentamente. Intenta pasar el mayor tiempo posible en áreas con aire limpio. Lo ideal es que estés lejos de fábricas contaminantes. Si no puedes vivir en el campo limpio en este momento, tal vez puedas instalar buenos filtros de aire en tu casa y oficina. El aire limpio y fresco es el nutriente número uno y es esencial para el bienestar. Ahora respire ese aire limpio profunda y lentamente.
3. ¡Tome el sol! Practique la observación del sol al amanecer o al atardecer. Y también reciba esos suaves rayos del sol en su piel, al menos durante 15 minutos cada día, pero evite los rayos más fuertes del mediodía que tienen más probabilidades de quemarlo.
4. ¡Báñese en agua limpia! El cloro y otras toxinas que se encuentran en los suministros de agua de la ciudad pueden absorberse a través de la piel. No beba ni se bañe con agua de baja calidad, contaminada o “muerta”. Un científico japonés demostró que el agua pierde gran parte de sus propiedades vitales cuando se estanca. Lo ideal sería beber y bañarse con agua viva directamente de un manantial de montaña. Pero si no puede, haga lo siguiente mejor: instale un excelente filtro, en lugar de depender del agua embotellada, que a menudo está tan contaminada como el agua del grifo y, a veces, incluso peor debido a los materiales plásticos que se filtran en el agua de la botella, lo que altera el equilibrio hormonal natural del cuerpo.
5. Siga una dieta basada en plantas: alcalinice su cuerpo con hierbas, especias, verduras, frutas, nueces y semillas orgánicas crudas. La dieta “crudivegana” es la opción óptima. Pero, como mínimo, todo ser humano debe ser vegano.
Desintoxicarse: Aunque comamos correctamente evitando los OGM, los pesticidas, los antibióticos y las hormonas presentes en los productos animales, es seguro que algunas toxinas se cuelan en nuestro organismo… por eso es conveniente llevar un recuento aproximado de cuántas toxinas entran a diario en comparación con cuántas salen. Nuestro cuerpo eliminará algunas de estas toxinas de forma natural, pero el resto requerirá un esfuerzo específico para deshacerse de ellas. De lo contrario, se acumularán en nuestros tejidos y acabarán provocando enfermedades. Afortunadamente, hay muchas formas de desintoxicarse, y algunas son realmente placenteras, como un masaje relajante o tumbarse en una sauna.
7. Meditar u orar: Abrimos nuestra mente y nuestro corazón a la verdad divina que nos penetra a nosotros y al universo entero. Cuanto más profundamente observemos todo, más podrá evolucionar nuestra conciencia, y esto nos llevará a ser más sanos y felices. Meditar significa observar profundamente. Necesitamos ir más allá de los cinco sentidos notorios que pueden atraparnos en el ámbito físico e impedirnos comprender nuestra misión espiritual. De la misma manera, la verdadera oración no consiste en hacer una lista de demandas al todopoderoso, sino en escuchar profundamente y